Hoy, después de cinco años viviendo en España, decidimos, por primera vez y sin compromisos, sin motivos y sin razón, sólo por el deseo de compartir un momento en familia, ir a tomarnos unos culines de sidra.
Hace días, Flobre, venía invintadome e insistiendo en este asunto de los culine y, por una u otra razón, no habíamos podido ir. Hoy, por fin, luego de dar una vuelta, decidimos ir hasta el Bulevar del Gazcona o Bulevar de la Sidra, en Oviedo; allí nos sentamos en una de las terracitas; en la mesa frente a la nuestra, había una pareja con su hijo, comiendo y compartiendo como el resto; luego de un rato, Flobre me dice: "esa muchacha que está sentada frente a nosotros se me hace taaaan familiar..." y yo, que ya la había visto, le respondo: "...a mí también se me hace conocida...", sin pensar en nada mas él me dice, "igual es de alguna tienda, ve tú a saber...". No le dimos mayor importancia y continuamos en lo nuestro.
Los niños ya habían terminado y estaban jugando, por lo que era más fácil verla y, hasta escucharla hablar, sin entrar en lo cotilla y entrometida; fue cuando la oí y pude notar su acento, le dije a Flobre, "ella no es de aquí, no, él sí, ella no...". Ustedes lo conocen a Flobre, se levantó de la mesa y fue y le dijo: "disculpa, tú eres dominicana?...", a lo que ella dijo un rotundo, sí, de República Dominicana; le explicamos lo que había sucedido y que su cara nos era muy familiar, ella nos dijo que era periodista allí, que estaba de vacaciones con el esposo y el niño en España y habían venido a Asturias a hacer un poco de turismo por esta región. Luego de un rato hablando y de explicarnos dónde trabajaba y con quién había trabajado, y después de que Flobre le diera algunos lugares que no pueden dejar de visitar en nuestro Principado, yo encontré prudente y hasta educado preguntarle el nombre, y ella me dijo: "Onysela, Onysela Váldez...".
Lo que me llama la atención de todo esto y lo que me emociona, es cómo uno reconoce a los suyos, cómo los distingue entre la gente; será por esa necesidad, esa sed que tenemos los que estamos lejos de encontrarse con personas, que aunque nunca las hayas conocido allí, las siente tan tuyas sólo por venir de tu tierra. Porque es que, si me preguntan cuántas veces la vi viviendo allí, les digo que ninguna; me dijo que había trabajado en el programa de Tania Báez, preguntenme cuántas veces vi ese programa, les digo que concientemente no lo vi ni una sola vez.
Que bueno es re-encontrarse con su gente, con su tierra; términamos tomándonos una foto e intercambiando mails, teléfonos y página de FB. Gracias Onysela y familia por traernos un poquito de sal de nuestra tierra y ese sabor tan nuestro que nos hace reconocerlos entre tanta gente.
Cómo dice la canción que le toca las narices a mi marido...
It´s so small world after all,
it's so small world after all,
it's so small world after all,
it's small, small world...
La foto la agragaré cuando me la envíen, besos a todos y hasta la próxima...
