Sábado 13 de junio
Como ya les había comentado, el sábado trece de junio nos fuimos de excursión con nuestra parroquia. Marchamos hacía las nueve y media de la mañana, mochila en mano, y bajo un orbayu (jarina), que nos tenía un poco asustados, la verdad; pero el clima, luego, nos acompañó hasta el final.
El viaje de ida y vuelta fue tranquilo y sin sustos. Nos tocó una chófer, que ya quisieran algunos “varoncitos” conducir un autobús de 50 plazas como lo hizo ella, sin pausas, pero sin prisa; no hubo frenazos, ni los que íbamos montados en el estábamos de un lado a otro en cada curva. Lo que yo les diga: tremenda chófer.
Primero hicimos la ruta del oso, mas o menos un kilómetro. Aquí vimos a los osos: Tola, Furacu y Tola, ahora están en cautiverio para ver si se reproducen. La idea es, que cuando tengan los críos, dejarlos libres entre los bosques y las montañas que están a uno de los lados del sendero. Estuvimos caminando, mas o menos, una horita, bajo un clima muy agradable, nublado, sin lluvia, pero no teníamos el calor y el bochorno que caracteriza estos días en Asturias. Llegamos hasta Proaza, pueblecito donde terminó nuestra caminata, aquí estuvimos un ratito, antes de volver a tomar el autobús que nos llevaría a nuestra próxima parada. Tomamos un cafetín y los niños comieron un helado; para este momento ya el sol empezaba a calentar.
Después nos fuimos hasta Quiroz, principal destino de nuestra excursión. En Quiroz nació San Melchor, nuestro santo Asturiano, y un mártir de Vietnam. Fue canonizado por Juan Pablo II en 1988. Hicimos una misa, dónde Jose ayudó a Santiago (el sacerdote) con el agua y el vino, y donde comulgó por segunda vez (comento esto, porque él estaba muy emocionado, porque había comulgado, por vez primera, después de su primera comunión). Luego de la misa, nos fuimos a comer a un merendero cerca de la capilla de San Melchor. Comimos, compartimos, reposamos y nos fuimos a jugar con los niños que estaban montando en los juegos y escalando árboles y pedruzcos. Los adultos también nos montamos en columpios, tobogán y en el balancín (el subi y baja de to’la vida, chicos). Hacía las tres y media de la tarde, fuimos a conocer la casa de San Melchor, que se conserva tal cuál estaba para entonces; es pequeñita, pero lo mas guapo es ver lo rústico de la época: la cocina, el horno de piedra, el lugar donde colgaban los chorizos y dónde secaban las castañas. El Padre Juan Antonio nos enseñó el lugar que habilitaron entre los habitantes del pueblo, que rompe con lo rústico de la casita, y donde se puede ir a pasar unos días de meditación y de retiro.
Hacía las cuatro y media nos fuimos rumbo al Parque de la Prehistoria de Teverga, dónde pudimos ver réplicas de las cueva de Tito Bustillo en Ribadesella (Asturias); la Cueva de Niaux (Francia); y la Cueva de Cándamo (Asturias). Durante el recorrido, y al ir caminando hacía la siguiente réplica, la guía nos iba diciendo: “Ahora caminaremos alrededor de 700 kilómetros y llegaremos a Francia, a las Cuevas de Niaux”....; igualmente al salir de ésta cueva: “Ahora caminaremos 800 kilómetros para volver a Asturias, a la zona de Cándamo, donde visitaremos las Cuevas de Cándamo....”. Y al salir de la última cueva, comenta: “Ahora caminaremos, algunos kilómetros menos, para volver hasta Teverga, lugar en donde empezó nuestro recorrido.....”. En esto, José, que siempre tiene que hacer sus comentarios tan acertados, le dice: “Pues si que hemos caminado, si, y yo ni lo he sentido.....”. Marchamos hacía el autobús, a esperar por los demás, mientras Jose, que ya saben no puede estar quieto, bajaba y subía del autobús de vez en cuando y de cuando en vez a “tomar baños de sol”.....debo decir, que para estos momentos el sol se había hecho sentir, y el calor y el bochorno eran insoportables; pero él quería tomar baños de sol y saltaba y corría de un lugar a otro, jugando él con él, y no vean lo que se divertía.
De aquí marchamos hacía La Colegiata, en el pueblo de Teverga, donde paramos a tomar unas sidrinas, y mientras nosotros estábamos en el garito, los niños jugaban libres en el parque. Llegó la hora de marchar, ahora sí, rumbo a la casa; llegamos a las nueve y veinte de la noche, los niños estaban cansados, bueno, la niña estaba cansada, vino todo el camino durmiendo en brazos del padre; el niño, no tanto, vino todo el camino jugando con el niño de atrás.
Hasta aquí nuestro recorrido de doce horas, el tiempo nos acompañó y el día nos dio para mucho; la pasamos realmente bien. Espero hayan podido disfrutar un poquiñin con nosotros y ahora les dejo con las fotos, que recrean todo lo dicho anteriormente. Mañana, Corpus Cristy.....bueno, mañana no, hoy, pero mas arriba.....


un cafetín
La madre y la peque llegando a Cortés.
El padre....
La madre.....
Divirtiéndonos como enanos....
La de gafas es Manti, una de las catequista.
él de los niños de post-comunión,
ella de los de primer año....
y esta es Maricarmen, que le daba pánico
bajar del tobogan.
divirtiéndose un poco.....el que falta
está detrás de la cámara.....
1 comentario:
Lo disfrute muchisisimo, fue un viaje cultural para mi, por el blog ya conozco muchos lugares de la madre patria. Y POR FIN CONOCI A SANTIAGO (el parroco). Muchas bendiciones y sigan divirtiendose, pues a la vez divierten a otros como a mi. Bendiciones.
Ana
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